sábado, 4 de julio de 2009

Los hermanos

De puro intrusos nos metimos al cajón y encontramos la foto de una señora. La señora tenía una carita de globo con rulitos y llevaba un vestido blanco con lindos encajes. No nos habíamos dado cuenta, pero esa señora tenía a dos guagüitas en sus brazos ¿éramos nosotros acaso? ¿Esa rechoncha señora era nuestra mamá?

Ese día nos dedicamos a pensar. Era extraño que en todos estos años no nos hayamos preguntado quién era nuestra mamá. Por cosa obvia el papá debería saber algo de ella ¿dónde está? ¿por qué no está? ¿quién es o quién fue? , pero cuando le preguntamos, papá dio una sola respuesta para todas nuestras interrogantes:

-Lo que pasa es que su madre era un puta de mierda. Una gran puta de mierda.

Papá no quiso seguir hablando y nosotros quisimos seguir pensando toda la tarde en nuestra mamá. La imaginamos, la recreamos, la idealizamos, hasta que llegamos a dos conclusiones, para así no tener que seguir pensando: “Estamos orgullos de ser unos hijos de puta, porque de seguro ella no era un puta de mierda, de seguro ella era la mejor puta de todas.”

1 comentario:

Unknown dijo...

pues claro que si y la ternura se hizo cuento